Plantar, sembrar

Los períodos de plantación

Con razón se afirma que "para Santa Catalina toda madera arraiga", pues el período ideal sigue siendo el otoño, ¡porque Santa Catalina es el 25 de noviembre! Pero solo para las raíces desnudas… 

Todas las plantas que encontramos en las tiendas especializadas han recibido un cuidado especial. Es evidente que se han cultivado y criado en el suelo y que luego se han puesto a la venta tras varios años de cultivo, para presentar un producto terminado. Pero, precisamente para ponerse a la venta, en un momento dado hubo que arrancar las raíces de su tierra de cultivo… Y el momento más propicio es el otoño cuando las plantas están en dormancia, en reposo vegetativo. Lo ideal es replantar estas raíces desnudas salidas de la tierra durante ese mismo reposo vegetativo para asegurar la correcta recuperación del sistema radicular. ¡Así que el día de Santa Catalina resulta ideal para recordar que es en otoño cuando se trasplanta!

Pero en la actualidad, muchos rosales se venden en un recipiente con un cepellón de tierra o con mantillo. Por tanto, el condicionante del período de reposo vegetativo que hay que cumplir deja de ser una obligación, al no tener la planta las raíces desnudas. Así pues, las plantas que encontramos a la venta en macetas pueden plantarse durante todo el año. Evite los períodos de heladas y calor intenso para asegurar una buena recuperación. En todos los casos, opte por los rosales naturalmente resistentes a las enfermedades.

Escoja la ubicación adecuada

Un rosal necesita como mínimo 4h de luz solar directa al día. En semisombra, la floración es mucho menos abundante y los riesgos de enfermedades criptogámicas son mayores (enfermedades provocadas por un hongo u otro organismo filamentoso).

A los rosales no les gustan las tierras calcáreas. Mezcle con el suelo original un buen mejorador de suelo orgánico. No utilice estiércol fresco.

¡Plante! 

Para realizar un buen trasplante, siga los pasos que se indican a continuación:

• cave un hoyo 5 veces el volumen del recipiente del rosal,

• instale un lecho de 5 centímetros de gravilla en el fondo del hoyo para facilitar el drenaje,

• rellene por la mitad el hoyo de trasplante con una mezcla de tierra de jardín y mantillo,

• retire el recipiente del rosal, 

• con una garra, rasque las raíces del cepellón para airearlas,

• coloque el cepellón en el centro del orificio y procure que su parte superior se encuentre a la altura del terreno,

• rellene los espacios vacíos con la mezcla de tierra de jardín + mantillo,

• apriete, y con el resto de la tierra, forme una corona de tierra alrededor del pie,

• en esa cubeta añada una regadera de 10 litros de agua.

El primer año de plantación, el rosal no debe carecer de agua para que instale su sistema radicular. Si no llueve,
riegue y deje que el suelo se seque entre dos aportes. Las plantas en maceta deben regarse regularmente debido a la evaporación rápida.

Garrapiñe los rosales con raíces desnudas

Esta operación consiste en cubrir las raíces con una fina película orgánica que estimulará la emisión de las radicelas y, por tanto, favorecerá la recuperación. El garrapiñado también le permite al rosal joven resistir mejor a la sequía. Antaño, el garrapiñado era un lodo compuesto de arcilla y de bosta de vaca. Hoy en día, existen garrapiñados listos para usar, que se diluyen durante la plantación.

Mi consejo: refresque las raíces cortando sus extremos con las tijeras de podar antes de garrapiñar. Vierta el excedente de garrapiñado en el fondo del hoyo de plantación.