Tubérculos

Nutrir, podar

¡Ahora que ha quedado claro que los tubérculos no crecen en latas de conserva, veamos cómo podemos ayudarlos a hacerlo en la tierra!

Clarear

Tras la germinación de las semillas, cuando las plantas jóvenes de los tubérculos miden de 3 a 5 cm, elimine aquellas que se encuentren demasiado cerca unas de otras. Esta operación también denominada "aclareo" resulta indispensable para que las raíces crezcan (se dice que giran). Deje la anchura de un dedo entre los rábanos, de dos dedos entre las zanahorias, de tres dedos entre los nabos y de cuatro dedos entre las remolachas.

Conserve solo las plantas más vigorosas.

Regar

La calidad gustativa de un tubérculo así como su consistencia dependen de la cantidad de agua que haya recibido. Desde el momento en que la raíz crezca o antes de que se forme el bulbo, la planta no debe sufrir sequía ya que podría volverse fibrosa, picante o amarga.

Riegue al pie de las patatas sin mojar el follaje para no contribuir a la aparición del mildiu. Una buena aporcadura del pie favorece la formación de los tubérculos y conserva la humedad del suelo.

Mi consejo: no vale la pena regar los bulbos en el momento de su plantación, ya que podrían provocar su podredumbre.

Fertilizar

Si ha mejorado correctamente el suelo y aportado un abono de fondo durante las labores de la tierra, no vale la pena fertilizar los tubérculos durante el cultivo.

Los apios son una excepción ya que son plantas muy voraces. 

Las patatas pueden plantarse en un suelo en el que se haya aplicado un estiércol fresco.

Mi consejo: limite los aportes de nitrógeno para todos los tubérculos que deban conservarse.

Recolectar

fr_az0188.jpgEspere a que las raíces estén bien formadas para realizar la recolección. En función de sus dimensiones, arranque las plantas con un trasplantador o una horquilla, procurando no estropear la raíz.

Las remolachas cuando alcancen el tamaño de una pelota de tenis.

Los rábanos entre 4 y 5 semanas, las zanahorias y los nabos entre 8 y 10 semanas después de sembrarlos.

Recolecte en función de sus necesidades el apio, el hinojo tuberoso y las alcachofas chinas ya que se conservan mejor en el suelo.

Mi consejo: el amarilleo o el desecamiento del follaje constituye una buena referencia para anunciar el momento de la recolección en el caso de numerosos tubérculos como el ajo, la alcachofa china, la chalota, el yacón, la cebolla y la patata