Verduras de hoja

Nutrir, podar

Aunque algunos consejos se aplican a toda la familia de las verduras de hojas y tallos, veremos que algunos matices permiten mejorar aún más el resultado…

La exposición

fr_az0167.jpgPor lo general, las verduras de hojas y tallos, prosperan bastante bien en un lugar luminoso, pero en el que no les dé el sol a las horas más cálidas del verano. Un calor excesivo tiende a hacer que se endurezcan los tallos y a que el consumo de las verduras resulte menos agradable.

Armuelle: evite el calor intenso y la sequía estival.

Apio, achicoria rizada y escarola: el sol directo de la mañana, luego una ligera sombra.

Repollos: el pleno sol que no queme en un lugar bien aireado.

Repollo chino: cálida y bien soleada.

Espinaca: una luz tamizada, en un lugar preferentemente bastante fresco.

Hinojo: el pleno sol y un calor máximo.

Lechuga: no soporta el calor intenso ni las insolaciones. La semisombra es imprescindible, sobre todo en territorios más meridionales. Puede, por ejemplo, combinarlas con los repollos para que les proporcionen un poco de sombra. No cultive las lechugas demasiado apretadas para asegurar una buena aireación entre cada planta.

Canónigo: más bien en semisombra evitando el calor excesivo.

Acerola: con sombra ligera, sus hojas son menos ácidas y amargas que si crece a pleno sol.

Diente de león, puerro, acelga: una insolación máxima sin llegar a quemar.

Ruibarbo: aprecia la semisombra.

Mi consejo: instale cerca de un seto de arbustos con pequeños frutos aquellas verduras que necesiten una cierta sombra.

Nutrir

fr_az0169.jpgUna fertilización equilibrada y razonada es el secreto del éxito de las verduras de hoja y tallo que, en su mayoría, son plantas de crecimiento bastante rápido. El nitrógeno es el elemento clave para el correcto desarrollo de las hojas.

Armuelle: aplique un abono de acción rápida o sangre desecado cuando la planta alcance los 10 cm de altura.

Apio e hinojo: un abono de acción rápida aprox. un mes después del trasplante.

Achicoria rizada y escarola, repollos: si el suelo está bien mejorado y enriquecido en otoño, no es necesario fertilizar.

Repollo chino: un abono líquido de acción rápida quince días después de trasplantar.

Espinaca: un abono completo orgánico cuando se prepare el suelo

Lechuga: un abono para "verduras" mientras se forme el corazón. Atención, un exceso de nitrógeno puede impedir la formación del corazón.

Canónigo: no vale la pena fertilizar si la tierra se ha preparado bien. Un abono "instantáneo" resulta beneficioso si las plantas carecen de fuerza.

Acerola y ruibarbo: un generoso aporte de materia orgánica como cobertura cada otoño resulta suficiente.

Diente de león: un abono instantáneo aprox. un mes después de la germinación de las semillas.

Puerro: un abono instantáneo de 3 a 4 semanas después de trasplantar, y luego un aporte de abono para "huerta" un mes más tarde.

Mi consejo: sobre todo, respete las dosis de aplicación indicadas en los embalajes. Una sobredosificación puede provocar quemaduras en el follaje. Durante la vegetación, aplique siempre el abono en un suelo húmedo.

Regar

fr_az0165.jpgDado que las verduras de hojas y tallos se componen principalmente de agua (95% en el caso de algunas lechugas), los riegos frecuentes y abundantes constituyen uno de los secretos de su calidad gustativa. Calcule una media de 3 a 5 l de agua por metro cuadrado y por semana durante la época de crecimiento. Mantenga el suelo fresco, pero no lo encharque porque podría favorecer el desarrollo de algunas enfermedades.

El hinojo no debe carecer de agua durante la formación de su corazón para evitar la emisión del tallo floral que provocaría un aborto del "bulbo".

Riegue casi a diario las lechugas por la noche, cuando el tiempo sea soleado y seco, para evitar que se salgan.

Mi consejo: dado que las ensaladas desarrollan unas raíces poco profundas, riéguelas con más frecuencia (cada dos o tres días en función de la temperatura ambiente) y en menor cantidad.

Recolectar: del armuelle al hinojo

fr_az0166.jpgUna recolección en el momento óptimo les garantiza a las verduras un sabor incomparable, y optimiza su riqueza en vitaminas, sales minerales y antioxidantes.

Armuelle: vaya retirando las hojas tiernas jóvenes a medida que se desarrollan o corte el pie entero cuando alcance los 25 cm de altura.

Apio: corte las ramas, desde el verano hasta el otoño, en función de sus necesidades.

Achicoria rizada y escarola: corte la planta a ras de suelo, entre 3 y 4 meses después de la siembra, tras haber blanqueado el corazón colocando encima durante 15 días una campana opaca.

Repollos: corte la planta a la altura del cuello aprox. cuatro meses después de la siembra para los repollos de verano, y entre seis y siete meses para los repollos de invierno.

Repollo chino: corte las plantas en cuanto estén bien formadas, es decir, aprox. de seis a diez semanas después de la siembra.

Endivia: las raíces se arrancan de 170 a 180 días después de la siembra. Se necesitan aprox. tres semanas de forzamiento para que se forme la endibia.

Espinaca: alrededor de 4 a 7 semanas después de la siembra, corte las hojas antes de que aparezca el tallo floral.

Hinojo: arranque la planta entre 90 y 120 días después de la siembra.